La presente metodología surgió en Guatemala posterior a la Pandemia del 2020 a raíz de una experiencia trágica de violación de tres niñas amigas y vecinas.
Todo empezó cuando una familia procedente de Estados Unidos llegó a Guatemala con la aparente intención de servir a personas de escasos recursos. Al igual que otras que si vienen con el deseo de ayuda social, es bastante común que estas familias extranjeras busquen vivir en municipios aledaños a la ciudad de Guatemala como Mixco o San Lucas Sacatepéquez.
Cualquiera podría imaginarse que esta familia habría sido víctima de la violencia común que se vive en Guatemala. Pero no. El padre de esta familia venía violando a sus tres hijas desde los Estados Unidos y peor aún, mantuvo realizando esa práctica inhumana en Guatemala pensando tal vez que lejos de su país, podría seguir alimentando su psicopatía en un país donde todos sabemos se hace muy poco para prevenir este flagelo.
Disfrazado de una falsa bondad y aportando donaciones a entidades de asistencia infantil, este monstro social mantuvo por muchos años una relación con mi familia y otros vecinos. Convivió en cumpleaños, domingos familiares y otras actividades aparentando ser una persona con principios familiares. Lo que si vimos extraño, pero pasamos por alto, fue que él nunca dejó que sus hijas aprendieran español.
Pero gracias a Dios llegó el fin. En un viaje realizado por esta familia a su país, nos llegó la noticia de que había sido detenido en Houston por una acusación de violación. La sorpresa fue aún más grande cuando nos enteramos que la persona que lo estaba acusando era una de sus hijas. Fue hasta entonces y 6 años después que nos enteramos de lo que hacía. Lo más triste y desgarrador de esta historia fue que las dos hermanas mayores al ver la valentía de la hermana menor, decidieron dar su testimonio afirmando haber pasado con la misma suerte.
Dándole seguimiento a esta lamentable situación, nos enteramos a través de un medio digital norteamericano, que un juez de Houston Texas sentenció al padre de estas tres niñas a cadena perpetua. Era la noticia que todos esperábamos. Pero por justa que fuera la sentencia, nadie sintió felicidad en su corazón. Este señor despreciable creó un vacío, generó miedo e hizo una herida en el alma de quienes fuimos sus vecinos y amigos.
Sembró en nosotros una vida de permanente desconfianza y de recuerdos que siempre vuelven al pasar frente a la casa donde ellos vivían.
Fue así como nos encomendamos a la tarea de crear algo distinto y preventivo (algo más allá de un proyecto) CREAR UNA METODOLOGÍA Y HERRAMIENTA CULTURAL que alcanzara sus objetivos tomando en consideración las siguientes preguntas:
§ ¿Cómo cambiar o por lo menos contrarrestar los significados de violencia que recibe un infante en su hogar?
§ ¿Cómo bloquear condicionantes mentales negativos para que la generación víctima no lo repita en su adultez?
§ ¿Qué recursos y formas de comunicación multidisciplinaria podría aplicarse para favorecer la prevención de la violencia hacia la mujer, niñas y niños.
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